Título: Treinta y dos dientes
Título original: Trinta e dous dentes
Idioma original: Gallego
Autor/a: Xabier López López
Editorial: Rinoceronte Editora (Pulpbooks)
ISBN: 978-84-15992-06-6
Género: Narrativa
Encuadernación: tapa blanda con solapas
Año de publicación: 2015
Número de páginas: 242
Valoración sobre 10: 8
Sinopsis:
Sin saber cómo, el director y autor teatral Paulo Barreiro se despierta una mañana convertido en un niño de diez u once años. Con una apariencia infantil y el bagaje de un hombre de 45, deberá sobrevivir como un menor huérfano. Treinta y dos dientes ofrece una narración llena de sorpresas, humor (negro) y homenajes literarios. Esta novela que desmitifica el mundo de la infancia resultó finalista del Premio Torrente Ballester en 2006.
Valoración personal:
"... sólo la realidad, dolorosa como una herida abierta, sin una triste explicación cicatrizante."
Como una segunda colaboración con esta editorial (y aún queda otra más), he de admitir que estoy bastante satisfecha, siendo una de las obras de mejor calidad literaria (riqueza de vocabulario, expresiones,...) que me he encontrado en lo que llevo de año. Por tanto, agradezco a Rinoceronte la confianza que deposita en nuestro blog.
Adentrándome en los aspectos más técnicos de la novela, Treinta y dos dientes presenta muy poca conversación y muchísimas definiciones del sentimiento del personaje, convertido en un niño con la mentalidad de un adulto, ante lo que ve y lo que padece. En estas 242 páginas he podido adentrarme y conocer a Paulo a la perfección, y a mí, personalmente, me encanta saber la vida de quien estoy leyendo. La novela, también, nos ofrece un humor negro y nos enseña un poco de todos los ámbitos (política, leyes,...), pero sobre todo abunda la literatura.
"[...] todas con los hombros irradiando calor, todas con la aromática y traicionera oscuridad de la noche impresa en sus ojos."
¿A cuántos no nos gustaría volver a la tierna (y consentida) edad de los once años? Desde luego, a mí sí. La inocencia, la ausencia de responsabilidades, que nuestras tardes se basen en salir a jugar,... Es una maravilla, una gozada, ¿verdad? Aquí, el autor nos presenta la otra cara de la moneda.
El protagonista tiene que buscarse las lentejas, pasando grandes penurias - que a mí me habrían causado algún que otro trauma -, recordándome continuamente al Lazarillo de Tormes. Es, sin duda, la escuela de la vida en su máximo esplendor. Paulo pasa por una especie de "amo", pide limosna, y vive experiencias que un niño no debería vivir - y, algunas de ellas, incluso un adulto -, todo desde la perspectiva de un cuerpo diminuto y un cerebro de gigante. Finalmente, con el despertar de su vida sexual, termina esta trepidante historia.
Desde luego se trata de un final totalmente inesperado - en serio, me ha sorprendido bastante, no me lo esperaba - y que me ha dejado con la boca abierta y con ganas de que no terminase ahí. Pero sí, sí que ha terminado. Me hubiese gustado continuar, pero toda historia debe tener un principio y un final.
"Mi lloro era un lloro terrible, salvaje, genuino, la protesta de mi yo, de mi yo verdadero, del inconsciente, cada vez más y más desarraigado."
Os animo a todos a leer este libro, sobre todo a los amantes de la buena literatura, y a echarle un vistazo a esta editorial, que tiene publicaciones de enorme calidad.
¿Y a ti? ¿Te gustaría despertar de nuevo en la infancia? ¡Responde en un comentario con tu opinión! ¡Nos leemos!
"Como todo el mundo sabe los secretos son la verdadera antesala del disimulo."
Pues yo si tengo que pasar tantas penurias como el protagonista me quedo con mis 25 tan tranquilita... XD
ResponderEliminarLa reseña ha estado genial y el libro tiene buena pinta.
Un abrazo :D
¡Hola!
ResponderEliminarQue bonito blog que tienes jeje, vengo de la iniciativa seamos seguidores ♥ donde yo también estoy participando. Vengo a decirte que acabo de seguir tu blog ^^ y agradecería muchísimo si lo hicieras devuelta.
Te dejo mi blog:
Obsesión por la lectura
Un abrazo
Muy buena reseña. Y muy buena pinta tiene el libro. Entender las emociones y los sentimientos en lugar de otra persona o de otro momento de vida no es fácil. Te felicito y al autor.
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